Luisa Ortiz es una colombiana que vive en México desde 2016. Cerca de su casa en la Ciudad de México, comparte a EnVozMx su sentir y el dolor de lo que ve en su país, pero reconoce que en México está mejor. Hasta hace no mucho, su vida transcurría en viajar entre México y Bogotá y hace seis meses decidió trabajar a distancia para residir en nuestro país de manera permanente.
Aquí en video, a un mes del Paro Nacional en Colombia
Según el último censo del INEGI en 2020, en el país viven más de 36 mil colombianos. La sudamericana miembro de la plataforma social Colombianos en México, encuentra similitudes y diferencias entre los dos países latinoamericanos, los cuales comparten no sólo una historia dolorosa marcada por la guerra contra el narcotráfico, sino un profundo cariño basado en las similitudes culturales y la relativa cercanía entre los dos países.
México todavía no ha tomado una postura oficial sobre los sucesos en el territorio de su socio de la Alianza Pacífico. La Secretaria de Gobierno, Olga Sánchez Cordero y el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejando Encinas, recibieron una carta pidiendo se condenen los hechos, al tiempo de movilizaciones en ciudades como Oaxaca y la capital del país, por parte de la comunidad colombiana. Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha emitido una postura frente a la violencia ocurrida durante la jornada de protestas.
Cortesía: Buen Ayre Visual
Vivir la protestas a la distancia
Para Luisa, vivir el conflicto a la distancia le genera angustia, y al igual que muchos colombianos cree que el malestar no es reciente, ni para el Gobierno de Iván Duque, ni para el pueblo: “No surgió hace 13 días. Fueron un cúmulo de situaciones. Desde el 20 de noviembre de 2019, lo que nosotros llamamos el 20N, fue el primer paro que se convocó y en el que participó muchísima gente”. Como en la mayoría de los procesos políticos que se viven en América Latina, la molestia social surgió por múltiples causas. Como comenta Luisa, “no se limita a una Reforma Tributaria que el Presidente ya retiró -aunque yo creo que no se va a ir del todo-, es, también, un país que está en el top cinco de desigualdad mundial”.
Su malestar no es injustificado. El país sudamericano ocupa el noveno lugar del Índice de Desarrollo Humano que mide la calidad de los derechos básicos, lugar que ocupa por debajo de Costa Rica, Perú, México y Cuba, según informes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Asimismo, la riqueza del país se encuentra acumulada en un sector muy pequeño de la población: ocupa el 2° lugar de desigualdad en el continente después de Honduras, según cifras del Banco Mundial, y el uno por ciento de su población concentra el 20 por ciento del total del PIB. Ese mismo uno por ciento de la población, concentra el 81 por ciento del territorio de sus fincas productivas; y, el otro 19 por ciento, se reparte entre el 99 por ciento de las fincas restantes.
Aunado a los problemas de desigualdad histórica, el desempleo empeoró a causa de las afectaciones económicas provocadas por la pandemia por COVID-19. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de Colombia, en 2018, la tasa de desempleo se situaba en 9.4%, mientras que en marzo de este año la tasa aumentó a 14.2%, cinco puntos más que se traducen en carencia de comida y servicios básicos para miles de familias colombianas, especialmente, para aquellas que se encuentran en el campo.
Dada la situación que se vive allá, así como Luisa ha decidido residir permanente en México, a su consideración, el territorio nacional se perfila como posible receptor de ciudadanos colombianos que no encuentran oportunidades laborales ni la tranquilidad de vivir sin violencia. Si bien Colombia fue uno de los principales receptores del éxodo venezolano de los últimos años, se enfrenta al aumento de tres millones de pobres en 2020, según datos del Dane. Considerando esto y el cierre de fronteras en Estados Unidos, Canadá y Europa, México resulta atractivo, pues ha logrado limitar al 4% la tasa de desempleo, según registros del INEGI de marzo de este año.
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“Este paro no sólo es la Reforma Tributaria”
Mientras seguimos sus pasos por un parque a miles de kilómetros de su ciudad natal, Luisa aprovecha para recordar y comentar que el partido Centro Democrático, con el cual llegó Iván Duque a la presidencia “fue el que estaba haciendo campaña por el No para el plebiscito del Acuerdo de Paz y obviamente no está cumpliendo. Esto lo vemos reflejado en la muerte de líderes sociales y los que han salido de su territorio por amenazas”.
Anteriormente, el Presidente Duque había presenciado protestas que pedían su renuncia tras no lograr reducir la desigualdad económica y no actuar a favor de la paz añorada por el Gobierno, en ese entonces encabezado por Juan Manuel Santos y los ex guerrilleros de las FARC, quienes decidieron cambiar las armas por el cultivo de productos lícitos, dejando de lado el cultivo de coca, fuente de ingresos durante un largo periodo para la guerrilla.
Esto es fundamental, de acuerdo con Luisa, quien agregó que aunque el tema es complejo y no existe una sola respuesta al conflicto interno, “se relaciona con el incumplimiento del plan nacional de sustitución de cultivos ilícitos” que formó parte de las discusiones. De igual forma, aunque no existe documentación oficial al respecto, especialistas han señalado que la ausencia de las FARC en los territorios, dejó vacíos de poder que han sido ocupados por cárteles de narcotraficantes y del crimen organizado, en algunos casos provenientes de México.
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El Colectivo por la Paz en México integrado por profesores, estudiantes y ciudadanos colombianos de diversas profesiones, realizó varias movilizaciones y logró reunirse fuera del Palacio Nacional con la Secretaría de Relaciones Exteriores, a fin de obtener el apoyo de la Cancillería para exhortar al Presidente Duque al cese de la violencia en aquel país.
Esta movilización se dio en el marco de la jornada nacional de protesta en Colombia, con el fin de presionar al Presidente Duque, durante su reunión con el Comité Nacional del Paro, después de que aceptara negociar y designar a Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz como interlocutor. Pese a la convocatoria de diversas mesas de diálogo con universidades, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, no se ha llegado a ningún acuerdo entre las partes, ya que las peticiones del Comité pasaron de 8 a 108, lo que los aleja de lograr un pacto, expresó el ministro del Interior, Daniel Palacios.
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GL
