Las palmeras de la Ciudad de México están enfermas y en riesgo de morir. Una plaga está acabando con ellas. Especialistas advierten que, de no actuar de manera eficaz, el problema podría escalar, provocando la mortandad de todos los ejemplares que hay en la capital del país.
Hasta ahora se han talado 100 de las cerca de tres mil 200 palmeras que hay en la alcaldía de Miguel Hidalgo para detener este patógeno. Tras un estudio fitosanitario y censo, se identificó la gravedad del problema; la zona donde hay más ejemplares enfermos es en la colonia Lomas de Chapultepec.
“Esta plaga afecta a las palmeras canarias y datileras, es un bicho que está en la parte externa y no es tan fácil controlar aplicando productos químicos”, explicó el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Héctor Benavides Meza.
Para el especialista en arbolados, las acciones que realizan las autoridades capitalinas para controlar la plaga, son tardías. Esto ocasionó que el problema ya llegará también a Coyoacán y Benito Juárez.
Otro factor que acentuó la mortandad, es el calentamiento global, donde los arbustos están siendo afectados por condiciones ambientales extremas que provocan su debilitamiento, comentó el experto.
¿De dónde llegaron?
De acuerdo con un estudio hecho por el Instituto de Biología de la UNAM, las palmeras forman parte de un 70 por ciento de plantas exóticas de la Ciudad de México.
Marcela Martínez, bióloga de la UNAM, explicó que este tipo de arbustos son originarios de las Islas Canarias y del norte de África, las cuales llegaron a México desde hace 400 años con los españoles.
“Son especies muy adaptables a diferentes condiciones climáticas, por eso se fueron propagando en el país principalmente en el centro y norte hasta llegar a California y Nuevo México”, explicó la investigadora.
¿Cuándo comenzó este problema?
Héctor Benavides señaló que tiene aproximadamente tres o cuatro años; dato con el que coincide Martínez: “Desde hace unos años que se vio muerte en muchas palmeras, las hojas se van haciendo amarillas, se secan y toda la corona de se va para abajo y se cae”.
Benavides explicó que esta enfermedad es producida por un insecto que succiona la savia de la planta y transmite el fitoplasma, que es una bacteria muy pequeña que empieza a reproducirse y va matando lentamente a la palma:
Aseguró que una vez que el ejemplar empieza a enfermarse prácticamente no hay nada que hacer, pues las palmeras, que tienen más de 70 años, mueren en un par de semanas.
Ejemplares infectados
Un estudio que realizó la Miguel Hidalgo en marzo sobre el estado de las 3 mil 200 palmeras que hay en esta demarcación arrojó que 2 mil 819 palmeras podrían ser tratadas, 67 están gravemente enfermas, 107 resultaron muertas y 217 no requieren tratamiento.
“Lamentablemente los patógenos que se encontraron en las palmeras son muy letales, dos de hechos no existían en México no había registro de ellos. Se tiene que tapar, llevar todo un proceso fitosanitario para no propagar obviamente la enfermedad que tiene la palmera y se traslada”, destacó Vanessa Villarreal Director de Medio Ambiente, de Miguel Hidalgo
Algunas de las palmeras que ya han sido retiradas se encontraban en vialidades como Avenida de las Palmas, Paseo de la Reforma, Avenida Explanada y Sierra Aconcagua.
La alcaldía informó que se tiene planeado en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina llevar a cabo un plan de tratamiento para el manejo de las 3 mil 103 palmeras restantes.
Urgente plan prioritario
Al respecto, Benavides Meza consideró como urgente un plan de trabajo intenso y prioritario para detener la muerte de cientos de palmeras. “Sé que están haciendo esfuerzos, pero quizá no se está dando la atención necesaria”.
El biólogo consideró que las palmeras derribadas deben sustituirse con árboles nativos, pues en México existen muchos, ya que somos el cuarto país con mayor diversidad de especies nativas en el planeta.
“Hay más de 113 especies de árboles para reforestar en la Ciudad de México, sin embargo, se debe escoger la especie adecuada, el sitio de plantación y las condiciones del lugar”, apuntó.
Este problema ya escaló hasta el Congreso capitalino, donde legisladores exhortaron a la Sedema y a las 16 alcaldías para generar acciones que ayuden a prevenir y controlar esta plaga, con el fin de evitar el contagio de un mayor número de palmeras.
“Probablemente vamos a seguir con este severo problema de mortalidad de palmeras mientras no encontremos una salida, ya sea por control químico o a través de trampas, yo espero que no se mueran todas antes de que lleguemos a una solución, porque la forma en cómo avanza esta plaga es muy rápida”, sentenció Benavides.
Adriana Estrada