Un corazón que late con tradición

Cada año, el Zócalo de la Ciudad de México se convierte en el epicentro de una de las expresiones más profundas de nuestra cultura: el Día de Muertos. En 2025, la Ofrenda Monumental vuelve a llenar de color, flores y simbolismo la plancha más grande del país, recordándonos que la muerte, lejos de ser el final, es un reencuentro con nuestras raíces y con aquellos que siguen vivos en la memoria colectiva.

Un homenaje a los orígenes

La ofrenda de este año rinde tributo a la historia misma de México-Tenochtitlan. A través de elementos que evocan la peregrinación mexica, los símbolos prehispánicos y la figura maternal de Tonantzin, la instalación nos invita a mirar hacia atrás para entender quiénes somos hoy. 

Es una ofrenda que une lo ancestral y lo contemporáneo, lo espiritual y lo artístico, en una sola voz: la de un pueblo que honra su pasado con orgullo y creatividad.

Arte monumental en el corazón de la ciudad

La magnitud de esta obra es impresionante: estructuras de gran escala, caminos de cempasúchil que guían el andar y figuras que se alzan como guardianes de la memoria.

Todo está dispuesto para que el visitante no solo observe, sino viva la experiencia. Cada color, cada textura y cada luz forman parte de un relato visual que habla de amor, respeto y trascendencia.

Un espacio para todos

Más que una exposición, la ofrenda del Zócalo es un encuentro. Familias enteras, artistas, turistas y curiosos se reúnen para caminar entre las flores y las velas, para tomarse un momento de silencio o para compartir una sonrisa. Es un recordatorio de que la cultura mexicana no solo se contempla: se siente, se celebra y se comparte.

Tradición que impulsa al futuro

Esta celebración no solo mantiene viva una costumbre; también impulsa a nuevas generaciones a valorar su herencia. Cada altar, cada flor, cada calavera es una lección sobre identidad.

La ofrenda del Zócalo es una metáfora viva de México: un país que transforma su historia en arte, su duelo en belleza y su memoria en esperanza.

Luz que perdura

Este 2025, la Ofrenda Monumental del Zócalo vuelve a demostrar que el alma mexicana brilla con fuerza. En su combinación de tradición, arte y emoción, encontramos un espejo de lo que somos: un pueblo que celebra la vida a través de la muerte, y que sigue encendiendo su luz en el corazón del mundo.

¿Y tú, qué piensas?

Karina González