La música ha sido una experiencia humana que, durante milenios, ha brindado diversión y placer, actuando no solo como una forma de entretenimiento, sino también, como una herramienta poderosa que influye en las emociones, pensamientos y comportamientos. 

Además de brindar diversión, la música puede mejorar la salud, incluyendo la reducción de niveles de estrés, dar la sensación de bienestar, fortalece el sistema inmunológico, ayuda a reducir la depresión, entre otros. 

Al momento de escuchar música, de crearla o interpretarla, se ven afectadas diferentes regiones del cerebro, las cuales influyen en el movimiento, la atención, el lenguaje, las emociones, la memoria, el razonamiento o el habla y escucha. 

Efecto de la música en las emociones

Uno de los efectos más inmediatos y evidentes de la música es su capacidad para evocar emociones. La música puede inducir una amplia gama de estados emocionales, desde la alegría hasta la nostalgia. 

La música activa nuestro cerebro, provocando aumento en la frecuencia cardíaca y respiratoria, esto debido al sistema límbico, la región del cerebro responsable de regular las emociones. Algunos estudios han señalado que la amígdala y el núcleo accumbens se activan, esto pasa porque están estrechamente relacionados con la experiencia emocional y el placer. 

Impacto en la memoria y el aprendizaje 

La música tiene una influencia notable en la memoria y el aprendizaje, además de poder evocar recuerdos y momentos significativos en la vida de las personas. Las melodías y letras pueden servir como poderosos estímulos que ayudan a recordar información. 

Por ejemplo, la música se puede utilizar como herramienta educativa, la cual ayuda a memorizar hechos o conceptos difíciles, tal es el caso de la canción del ciclo de Krebs.

Incluso, existe la llamada “efecto Mozart”, una teoría popular que sugiere que escuchar música clásica puede mejorar las habilidades espaciales y el razonamiento temporal. Aunque no está exenta de controversia, ha inspirado numerosos estudios. La música puede mejorar la concentración y la atención, lo que puede resultar en un mejor rendimiento en tareas cognitivas.

Beneficios terapéuticos y musicoterapia

La musicoterapia es una disciplina que utiliza la música para tratar una variedad de condiciones médicas y psicológicas, además de poder abordar las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales. 

Esta terapia puede ayudar a reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Recordemos que el estrés aumenta la adrenalina y el cortisol (hormonas del estrés). Escuchar música puede bajar los niveles de las hormonas del estrés en grandes cantidades. 

La musicoterapia no solamente es escuchar música, incluye actividades como la improvisación musical, la escritura de canciones, la interpretación musical y el aprendizaje a través de la música; este tipo de terapia puede ser llevada a cabo en diferentes lugares, desde hospitales hasta escuelas. 

Cambios en la neuroplasticidad

La exposición regular a la música puede conducir a cambios en la estructura y función del cerebro. Los músicos, por ejemplo, muestran una mayor conectividad neuronal en áreas del cerebro relacionadas con el control motor, audición y coordinación visual-espacial. 

Incluso se describe el aumento del volumen cerebral en materia gris, dicha materia contiene los cuerpos y somas de las neuronas. 

Como podemos ver, la música tiene un impacto profundo y multifacético en el cerebro humano. Desde la evocación de recuerdos hasta el apoyo a la memoria, pasando por el rendimiento cognitivo e intelectual. 

La música, aunque en sentido estricto, no es indispensable para la vida, le da un sentido y valor a la misma, te llena de alegría, es agradable y se presenta en diversas formas en nuestro día a día.

A medida que vamos explorando y entendiendo cómo la música afecta al cerebro, es probable que descubramos aún más formas en que esta antigua forma de arte puede beneficiar nuestra salud y bienestar.