Por: Isaías ML
@Pistorey
En 2025, el futbol dará un salto histórico con el nuevo formato del Mundial de Clubes, una apuesta de la FIFA que va mucho más allá del deporte: es un movimiento estratégico, comercial y financiero que podría cambiar el juego para siempre.
Por primera vez, 32 equipos de todo el mundo competirán en un torneo similar al formato de la Copa del Mundo de selecciones, y con ello, las cifras se disparan.
Adiós al torneo irrelevante, hola al espectáculo global
La vieja versión del Mundial de Clubes, donde el campeón de cada confederación jugaba un torneo corto en diciembre, era vista por muchos como irrelevante. Salvo por la participación del campeón europeo y el sudamericano, el interés era bajo y las ganancias también.
Ahora, con el nuevo esquema que se jugará cada cuatro años (como los Mundiales tradicionales), el objetivo está claro: hacer del torneo un espectáculo global rentable, competitivo y mediáticamente irresistible.
El negocio detrás del balón
El atractivo para los clubes no solo es la vitrina internacional, sino el dinero. Mucho dinero. La FIFA ha estimado que el nuevo formato podría generar ingresos superiores a los 2,000 millones de dólares por edición, una cifra sin precedentes en el futbol de clubes. De ese pastel, se espera que los equipos participantes se lleven una parte sustancial.
Aunque las cifras exactas para cada equipo no han sido oficializadas al 100 %, se especula que solo por participar, los clubes podrían recibir entre 30 y 50 millones de dólares, y el campeón se llevaría mucho más. Para ponerlo en perspectiva: eso es más de lo que varios equipos ganan por toda una temporada de competiciones europeas.
El futbol como marca global
El nuevo Mundial de Clubes también es un reflejo de hacia dónde va el futbol: mercados globales, audiencias millonarias, patrocinadores transnacionales y clubes como marcas.
Equipos como Real Madrid, Manchester City, Chelsea, Flamengo o Monterrey no solo representarán a sus regiones, sino que serán embajadores del negocio moderno del deporte.
¿Y el precio deportivo?
¿Y los riesgos? Algunos lo ven como una sobrecarga para los jugadores, que ya están al límite entre ligas, copas y selecciones. Otros temen que sea otro paso hacia la “europeización” total del futbol, donde el poder económico marca el ritmo.
Pero para los clubes, especialmente los que no siempre compiten en la élite, esta es una oportunidad dorada de visibilidad y ganancia.
El juego ya empezó
El Mundial de Clubes 2025 no será solo una competencia. Será un escaparate del futbol como espectáculo global. Y en ese espectáculo, el dinero ya está jugando de titular.