El mole es uno de esos platillos que encapsulan la esencia misma de México: una mezcla vibrante, compleja y deliciosa de ingredientes y tradiciones que se han transmitido de generación en generación. Cada cucharada de mole cuenta una historia, y es difícil no sonreír ante la idea de que algo tan rico y lleno de vida haya nacido en las cocinas mexicanas. Pero, ¿qué es exactamente el mole y por qué tiene tanto caché en las fiestas mexicanas? Vamos a explorar este delicioso y divertido platillo.

Un mosaico de ingredientes

El mole es famoso por su lista interminable de ingredientes, que puede incluir chiles secos, chocolate, cacahuates, almendras, especias, frutas, y mucho más. La variedad más conocida, el mole poblano, puede llevar más de 20 ingredientes diferentes. Imagínate a los antiguos cocineros mexicanos jugando a ser alquimistas, mezclando y probando hasta llegar a la receta perfecta. Es como si cada cocina se convirtiera en un laboratorio de sabores, donde el objetivo es crear la mezcla más sabrosa y única posible.

Leyendas y orígenes

Una de las leyendas más divertidas sobre el origen del mole cuenta que fue creado por accidente. Se dice que en un convento en Puebla, las monjas recibieron la inesperada visita de un arzobispo. Desesperadas por preparar algo especial y no teniendo mucho a mano, comenzaron a mezclar todo lo que encontraron en la cocina: chiles, especias, pan viejo, chocolate… ¡lo que sea! El resultado fue un mole tan delicioso que el arzobispo quedó maravillado. Otra versión sugiere que el mole fue una creación de un fraile, quien, al no saber qué cocinar para una visita importante, rezó y un ángel le dio la receta. Ya sea un milagro culinario o un golpe de suerte, el mole se ha convertido en una joya gastronómica mexicana.

Fiestas y mole

En México, el mole es sinónimo de celebración. No hay boda, cumpleaños, Día de Muertos o fiesta patronal donde no se sirve un buen plato de mole. Ver a una abuela o una tía preparando mole es como asistir a un espectáculo culinario. El proceso puede llevar horas, e incluso días, desde la tostada de los chiles y las especias, hasta la mezcla y cocción final. Y claro, siempre hay espacio para un toque personal: cada familia tiene su propia receta secreta que se pasa de generación en generación, con un ingrediente especial o un truco que hace que su mole sea único.

El mole en la modernidad

Hoy en día, el mole sigue siendo un platillo muy querido y respetado, pero también ha encontrado su camino en la cocina moderna. Los chefs contemporáneos experimentan con mole, integrándose en platos innovadores como pizzas, tacos gourmet, y hasta en postres. Sí, leíste bien, ¡helado de mole! Esta versatilidad demuestra que el mole no solo es un plato tradicional, sino también una fuente de inspiración infinita. ¡Buen provecho!

Daniela Vega