Alguna vez te has preguntado si la avenida o calle por la que transitas siempre ha tenido el mismo nombre o en la estación del Metro que viajas diariamente se llamaba de otra manera.
Aquí te contamos un poco de la historia de algunos lugares de la Ciudad de México y las distintas razones que han tenido los gobernantes para rebautizar sus calles, avenidas e incluso paradas de transporte.
Avenida Puente de Alvarado por México-Tenochtitlán
Desde el pasado mes de mayo, esta avenida cambió de nombre, la razón fue la conmemoración de los 500 años de la caída de Tenochtitlán.
“Se da a conocer como anexo del presente Aviso el Acuerdo de la Comisión de Nomenclatura de la Ciudad de México por el que se modifica la nomenclatura de la vía pública Avenida Puente de Alvarado por Avenida México Tenochtitlán”, se estableció en la Gaceta oficial de la CDMX.
Reivindicamos a los pueblos originarios de nuestra gran Ciudad, a los hombres y mujeres que fueron acribillados en la Masacre del Templo Mayor, con el cambio de nombre de la Plaza de la Noche triste, por el de Plaza de 𝐥𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐨𝐬𝐚.
500 años de resistencia pic.twitter.com/2z5Oi8GyfB— Gobierno de la Ciudad de México (@GobCDMX) July 27, 2021
De Noche Triste a Noche Victoriosa
En el afán del Gobierno capitalino en reescribir la historia de la conquista, la plaza donde se ubica el ahuehuete junto al que el conquistador Hernán Cortés derramó sus lágrimas en la denominada Noche Triste tras perder una batalla el 30 de julio de 1520 se llama ahora Plaza de la Noche Victoriosa.
El objetivo, según las autoridades de la ciudad, fue hacer tributo a los pueblos originarios y darles el reconocimiento que se merecen.
Estaciones de Metro Etiopía y Viveros
Saber los nombres correctos de las estaciones del Metro no es una perdida de tiempo, al contrario es un modo de supervivencia. En el 2009, la parada Etiopía cambió su nombre a Plaza de la Transparencia, ya que las oficinas del IFAI se encontraban muy cerca. Algo similar pasó con la de Viveros, la cual se convirtió en Derechos Humanos por la cercanía con la sede de la CNDH capitalina.
Continentes/Nezahualcoyotl
Tras ser inaugurada la Línea B del Metro, una de las estaciones era conocida como Continentes, por la cercanía con la avenida de este mismo nombre. Su imagen era un Mapamundi, el cual fue sustituido por un coyote hambriento, representación de Nezahualcóyotl. Esto debido a que este punto, marca la entrada al municipio mexiquense.
Aeropuerto/Boulevard Pto. Aéreo
Cuando se inauguró la primera línea del Metro, la estación más cercana a las terminales aéreas, era la que estaba entre Balbuena y Gómez Farías. Sin embargo, tras la construcción de la línea 5, la estación terminal aérea, pasó a ser la más cercana. Por lo que se renombró Boulevard Pto Aéreo para evitar confusiones, haciendo referencia a la importante arteria vial.
Estadio Azteca
Este coloso de Santa Úrsula está ubicado al sur de la ciudad. Ha sido sede de dos mundiales -México 70 y México 86-, también en su escenario se han presentado leyendas como Michael Jackson y Paul McCartney. En 1997 fue rebautizado como Estadio Guillermo Cañedo, en honor al directivo de fútbol acaecido ese año. Sin embargo, ese nombre sólo duró unos meses porque nadie lo ubicaba con ese nombre.
Ángel de la Independencia
Su nombre real es Monumento de la Independencia, y la estatua que lo corona no es un ángel, sino una victoria alada. Aunque, la mayoría de los capitalinos lo conocemos como el Ángel, en donde se han realizado festejos, conciertos y protestas, siendo un símbolo de la capital del país.
El Eje Central
Es una de las avenidas más emblemáticas y extensas de la Ciudad de México, corre desde Churubusco y División del Norte hasta Cien Metros atravesando el Centro Histórico.
En su historia ha sufrido cambios con su nombre. Antes de que en la ciudad comenzará el auge de los ejes viales en 1979, cada calle tenía su propia identidad y el Eje Central no fue la excepción, éste se dividía en nueve secciones llamadas Ajusco, Panamá, Niño Perdido, San Juan de Letrán, Ruiz de Alarcón, Aquiles Serdán, Leyva, Santa María La Redonda y Abundio Martínez.