En julio de 2025 los telescopios detectaron un objeto distinto a casi todo lo que conocemos: no seguía una órbita cerrada alrededor del Sol sino una trayectoria hiperbólica, lo que implicaba un origen fuera de nuestro sistema planetario. Ese objeto fue bautizado oficialmente como 3I/ATLAS (también listado como C/2025 N1), y es el tercero confirmado que llega desde el espacio interestelar después de 1I/ʻOumuamua y 2I/Borisov. NASA Science+1

¿Qué tipo de objeto es 3I/ATLAS?

Al principio hubo debate: algunos reportes iniciales no mostraban claramente una coma (la envoltura de gas y polvo típica de los cometas), por lo que se consideró la posibilidad de que fuera un asteroide. Sin embargo, observaciones sucesivas (incluyendo imágenes de telescopios grandes) revelaron una coma débil y rasgos cometarios —hoy se clasifica en la práctica como un cometa interestelar—. Esa actividad, aun si es tenue, fue suficiente para que la comunidad lo tratara como una ventana hacia materia de otra región de la Vía Láctea. NASA Science+1

¿Qué nos ha dicho la fotografía y la instrumentación de alta gama?

Hubble tomó imágenes nítidas que ayudaron a acotar el tamaño del núcleo del objeto: los límites superiores estimados por Hubble sitúan el diámetro por debajo de varios kilómetros (los análisis dan un rango aproximado entre cientos de metros y algunos kilómetros), aunque la parte sólida nunca ha sido observada directamente con total claridad. Además, James Webb (JWST) y otros observatorios espaciales y terrestres han aportado mediciones de la composición de la coma, ofreciendo un inventario químico preliminar que resulta fascinante. NASA Science+1

Química sorprendente: níquel sin hierro, y la aparición de cianuro

Uno de los hallazgos más inesperados llegó gracias a espectros obtenidos con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO): los equipos reportaron detecciones de átomos de níquel (Ni I) y de cianuro (CN) en la coma de 3I/ATLAS, mientras que las líneas espectrales de hierro (Fe I) —que normalmente acompañan al níquel en cometas— eran muy débiles o indetectables. Además, la producción de estas especies aumentó de forma muy rápida conforme el objeto se aproximaba al Sol. Estas firmas químicas no prueban nada exótico por sí solas, pero sí son una pista potente de que estamos ante material con una historia térmica y química diferente a la de la mayoría de los cometas conocidos. arXiv+1

¿Por qué es raro detectar níquel sin hierro?

En cometas del Sistema Solar los metales liberados por sublimación o por fragmentación suelen mostrar una relación Ni/Fe relativamente equilibrada. Que 3I/ATLAS exhiba señales claras de níquel pero casi nada de hierro abrió varias hipótesis: desde procesos de descomposición de compuestos orgánicos que contienen níquel, a diferencias en la formación en el entorno natal del objeto o a efectos de “space weathering” (alteración por radiación y microimpactos). Los autores del trabajo del VLT discuten mecanismos potenciales y cuantifican las tasas de producción; la interpretación aún está en desarrollo. arXiv+1

Color verde y aumento de actividad: ¿qué está pasando a medida que se acerca al Sol?

En imágenes recientes algunos observatorios y astrofotógrafos han registrado un tono verdoso en la coma y la cola —un efecto que puede asociarse a moléculas tales como dicarbono (C₂) o al CN—. Estudios espectroscópicos indican que la emisión de CN está aumentando a medida que 3I/ATLAS se calienta, y también sube la producción de CO₂ y vapor de agua detectados por JWST y otros instrumentos. El cambio de color y el aumento “super-lineal” en la salida de ciertas especies sugieren que podría haber procesos activándose bruscamente cuando se alcanza cierta temperatura (un “umbral térmico”), aunque los detalles físicos exactos siguen siendo objeto de análisis. Live Science+1

Tamaño, órbita y peligro para la Tierra

Las mejores mediciones orbitales muestran que 3I/ATLAS no supone riesgo para la Tierra: su paso por el interior del sistema solar está bien calculado y no se espera una aproximación peligrosa. Los límites de tamaño estimados por Hubble ayudan a dimensionar la masa del objeto, y las observaciones continuas permiten refinar su trayectoria y comportamiento. En otras palabras: es un visitante, no una amenaza. NASA Science+1

¿Es natural o tecnológico? La controversia pública

Como suele ocurrir con los objetos interestelares, no faltaron voces especulativas. Algunos investigadores, entre ellos Avi Loeb y colaboradores, publicaron análisis y notas proponiendo escenarios más provocadores —incluida la posibilidad (remota y debatida) de que algunas características sean consistentes con un origen tecnológico. La amplia mayoría de la comunidad científica insiste en que las explicaciones naturales (variaciones en composición, procesos de liberación de gases, fraccionamiento químico) explican los datos conocidos y que se requieren pruebas extraordinarias para una conclusión extraordinaria. Instituciones como la NASA han subrayado que los datos observacionales actuales son compatibles con un cometa natural y que no hay indicio sólido de artificiosidad. La controversia, sin embargo, ha encendido la imaginación pública y ha empujado a una vigilancia más estrecha del objeto. arXiv+1

¿Qué podemos aprender de 3I/ATLAS?

  1. Composición interestelar directa: cada interstellar que podemos medir es una muestra química de otra región de la galaxia; 3I/ATLAS aporta datos sobre ratios de CO₂/agua, presencia de CN y elementos metálicos que informan modelos de formación estelar y planetesimal. Smithsonian Magazine+1
  2. Procesos físicos nuevos o extremos: la respuesta “umbral” en emisión química puede revelar procesos de descomposición o liberación que no suelen observarse en cometas solares a las mismas distancias. arXiv
  3. Mejoras en técnica observacional: la coordinación entre JWST, Hubble, VLT, Gemini, Swift y cientos de observadores refuerza la capacidad de la astronomía moderna para estudiar objetos rápidamente cambiantes. NASA Science+1

¿Qué viene ahora?

3I/ATLAS seguirá siendo observado durante su paso interior —en ocasiones se volverá más difícil de ver desde la Tierra por geometría, y luego reaparecerá—. Los próximos meses serán decisivos: espectros a diferentes longitudes de onda, seguimiento de la evolución de las tasas de emisión (CN, Ni, CO₂, H₂O) y monitoreo de cualquier cambio morfológico (nuevos chorros, fragmentación) permitirán construir un relato físico más sólido sobre su historia y naturaleza. arXiv+1

Fuentes principales consultadas

  • NASA — Resumen y seguimiento de 3I/ATLAS. NASA Science
  • Hubble / NASA — Imágenes y estimación de tamaño del núcleo. NASA Science
  • Artículo del equipo VLT (arXiv) — Detección de CN y líneas de Ni, sin Fe detectable. arXiv
  • ESO (Very Large Telescope) — Imágenes públicas y notas del VLT. European Southern Observatory
  • National Geographic / Smithsonian / LiveScience — Coberturas divulgativas sobre color, química y contexto científico. National Geographic+2Smithsonian Magazine+2
  • ArXiv / artículos y comentarios de debate (incluyendo propuestas de orígenes tecnológicos y la réplica científica).