Imagina una orquesta sin director, o una cita donde nadie sabe quién invita. Así puede sentirse una relación entre agencia y marca cuando la comunicación entre sus “fronts” (esos valientes que están al frente de cada trinchera) no fluye. 

Ya sea el project manager, el ejecutivo de cuenta o el community manager, todos necesitamos hablar el mismo idioma para que las ideas despeguen y las campañas no terminen en terapia de pareja.

WhatsApp no es telepatía

Uno de los errores más comunes es asumir que “ya se entendió”. Pero lo que para ti era una urgencia, para el otro era un pendiente más en una lista infinita. Usa herramientas claras: un mensaje bien redactado, un correo con bullets, un brief con fechas y objetivos. 

Y sí, sé paciente, pero también firme. La clave está en no suponer. Asegúrate de que lo que pediste fue comprendido, no solo leído con el celular de cabeza mientras la otra persona pedía su latte.

Tips de oro para sobrevivir (y brillar)

  1. Haz juntas breves y constantes: mejor 15 minutos cada lunes que una reunión de crisis el viernes a las 10 p.m.
  2. Sé claro con tus entregables: si lo necesitas “bonito”, explica qué es “bonito” para ti.
  3. Respeta tiempos: tanto para pedir como para entregar. La magia necesita tiempo (y café). 
  4. Sé humano: si algo se atora, dilo. Si algo salió bien, también dilo. La confianza se construye en los pequeños detalles.

Si el front sonríe, la marca brilla

Una buena comunicación entre los fronts no solo evita errores, también crea vínculos. Y cuando hay confianza, todo fluye: las ideas se aterrizan mejor, las campañas se pulen con cariño, y los resultados llegan con más frecuencia. Porque al final, más que marcas o agencias, somos personas tratando de hacer magia (y memes) en equipo.

¿Y tú, qué opinas?

Karina González