Un hito biotecnológico con sabor a ficción
El 1 de octubre de 2024, la empresa estadounidense Colossal Biosciences anunció el nacimiento de tres cachorros de lobo huargo (Aenocyon dirus), especie extinta hace más de 12.000 años. Este logro fue posible mediante técnicas de edición genética, utilizando ADN fosilizado y células madre de lobos grises para recrear características distintivas del lobo huargo, como su gran tamaño y robustez. Los cachorros, nombrados Rómulo, Remo y Khaleesi, actualmente residen en una reserva secreta en Estados Unidos.
Críticas desde la comunidad científica
A pesar del entusiasmo mediático, varios expertos han cuestionado la autenticidad de esta “resurrección”. La genetista Gemma Marfany señaló que los animales creados no son verdaderos lobos huargo, sino lobos grises modificados genéticamente con pequeñas inserciones de ADN antiguo, enfocándose en aspectos estéticos como el pelaje y la forma del cráneo. Además, se ha criticado la falta de transparencia y revisión académica independiente en el proyecto.
Implicaciones éticas y ecológicas
El intento de desextinción del lobo huargo plantea importantes dilemas bioéticos y ecológicos. Mientras algunos ven en estas técnicas una oportunidad para avanzar en la conservación y la salud humana, otros argumentan que los recursos deberían enfocarse en proteger especies actualmente en peligro de extinción.
La reintroducción de especies extintas también podría alterar ecosistemas actuales y generar conflictos con actividades humanas.
La desextinción del lobo huargo representa un avance significativo en la biotecnología, pero también destaca la necesidad de un debate ético y científico sobre las prioridades en conservación y las posibles consecuencias de revivir especies extintas.
Es fundamental que tales proyectos se desarrollen con transparencia, rigor científico y una evaluación cuidadosa de sus impactos ecológicos y sociales.
¿Y tú, qué opinas?