En tiempos difíciles de pandemia el consumo de bebidas alcohólicas no ha disminuido, es muy común ver en las calles la venta ilegal de productos como las micheladas, gomichelas, azulitos, vampiros, entre otros, la mayoría elaborados con cerveza o alcohol de baja calidad, mezclados con bebidas energizantes, refrescos, salsas condimentadas, azúcar y dulces . Este tipo de bebidas llaman la atención de niños y jóvenes que no se encuentran en edad de consumir alcohol y por su precio accesible, fácilmente llegan a manos de inocentes.

En México, a las cervezas y a las bebidas alcohólicas el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado es ad valorem, basado en su precio de venta, pero dicho impuesto no ha logrado su propósito de desincentivar el consumo explosivo de alcohol, ni reducir su uso entre la población económica más vulnerable, niños, adolescentes, jóvenes y aquellos con mayor dependencia a estas sustancias, informó Raúl Martín del Campo y Eunice Rendón en su artículo: Sobre IEPS, alcohol y salud en tiempos de Covid.

Para evitar el fácil acceso a bebidas alcohólicas, en el artículo mencionado proponen llevar a cabo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con su Estrategia Mundial para Reducir el Uso Nocivo de Alcohol, que consiste en establecer impuestos equivalentes a todas las bebidas alcohólicas, con base en el volumen de etanol por litro, bajo el esquema ad quantum.

Argumentando que el IEPS para bebidas alcohólicas, bajo el esquema ad quantum, podría recaudar más de 20 mil millones de pesos adicionales y muy importantes en tiempos de pandemia, con la finalidad de que la reforma a la ley considere que la recaudación sea destinada al sector salud, priorizando la prevención y atención de las adicciones y demás morbilidades ocasionadas por el consumo nocivo de alcohol.