En muchas ocasiones, cuando viajamos de la CDMX hacia provincia, o simplemente cuando comparamos las actividades diarias entre ambas, podemos notar una diferencia en el ritmo y la velocidad con la que se realizan las cosas. Este contraste puede generar interrogantes sobre por qué las actividades en otros estados de la República mexicana parecen más lentas que en la capital. A continuación, exploramos algunas razones detrás de esta percepción.

Menor densidad poblacional

En la capital, la densidad de población suele ser mucho mayor que en las provincias. Esto significa que hay más personas compitiendo por recursos y espacio, lo que puede generar un sentido de urgencia en las actividades cotidianas. Por el contrario, en provincia, la menor densidad poblacional puede traducirse en menos congestión y una sensación de calma que puede reflejarse en la forma en que se realizan las tareas.

Menor presión competitiva

En CDMX, la competencia puede ser más intensa en varios aspectos de la vida, desde el trabajo hasta la educación. Esta presión competitiva puede impulsar a las personas a trabajar más rápido y a estar más orientadas hacia los resultados. En cambio, en provincia, donde las comunidades suelen ser más pequeñas y cercanas, la presión competitiva puede ser menor, lo que permite un enfoque más relajado hacia las actividades diarias.

Estilo de vida y valores culturales

El estilo de vida y los valores culturales en provincia pueden diferir de los de la capital. En muchas áreas rurales, se valora más la tranquilidad, el disfrute del momento y las relaciones personales que la eficiencia extrema o la rapidez en las actividades. Esto puede influir en la forma en que se abordan las tareas cotidianas, priorizando la calidad de vida sobre la velocidad.

Infraestructura y recursos limitados

En algunas provincias, la infraestructura y los recursos pueden ser más limitados que en la capital. Esto puede significar menos acceso a tecnología avanzada, transporte rápido o servicios eficientes. Como resultado, las personas pueden necesitar más tiempo para completar las mismas tareas debido a la falta de recursos o a la infraestructura menos desarrollada.

Conexión con la naturaleza

Muchas provincias están más cerca de entornos naturales y rurales, lo que puede influir en el ritmo de vida de sus habitantes. La conexión con la naturaleza y la vida al aire libre puede fomentar un ritmo más pausado y una apreciación por los momentos tranquilos, en contraposición al ajetreo constante de la vida en la capital.

La percepción de que las actividades en provincia son más lentas que en la capital puede atribuirse a una combinación de factores, que van desde la densidad poblacional y la presión competitiva hasta el estilo de vida y los valores culturales. 

Es importante reconocer que este ritmo más pausado puede tener sus propias ventajas, como una mayor calidad de vida y una conexión más profunda con el entorno natural y comunitario. O a ustedes, habitantes de CDMX, ¿les gusta estar todo el día estresados?

Por: Isaías ML

@pistorey