Todas las generaciones dicen que la música de sus tiempos es la mejor y, mientras que no, estoy poniendo en tela de juicio los gustos musicales de cada persona, por lo que me ha brincado y llamado la atención que últimamente hay mucho reencuentros de bandas y “giras de despedida”.

Ahora, esto excluye a artistas establecidos como los Rolling Stones, Creedence o Paul McCartney, ya que ellos nunca han parado de “tourear” y siempre, ¡SIEMPRE!, llenan las arenas en donde están. Me estoy refiriendo a bandas que tuvieron un tiempo limitado de fama, una o dos canciones populares y que ahora están reencontrándose para dar shows.

Un ejemplo muy claro que tenemos aquí en México son el 80’s y 90’s tour, en el que bandas que en su momento fueron importantes, se juntan para poder seguir haciendo redituable ese momento de fama que tuvieron.

Creo que para este momento, todos sabemos que la nostalgia vende y mientras, estos conciertos como producto son sumamente exitosos. Me pongo a pensar en los artistas que, teniendo ya 15 o 20 años más, tienen todavía que actuar como cuando su banda era popular. 

Una persona sumamente apegada a la música me comentaba que este tipo de shows “no dejan a los artistas envejecer con dignidad”. El público no permite a sus cantantes favoritos evolucionar y explorar nuevas avenidas para explotar su talento.

Y aquí levanto la pregunta: ¿son estas giras de despedida un obstáculo para la innovación del arte?

Por: Enrique Marine

@irkahn