Hace una semana, el CEO de Tesla, Elon Musk, presentó la última revolución de la tecnología presentando el Optimus Gen 2. Un robot totalmente independiente capaz de dialogar, cuidar, cargar y servir a los humanos como si de un asistente personal se tratara. 

En la presentación de los robots humanoides se pudo apreciar una mayor respuesta e interacción de estos con respecto a sus antecesores. Los robots mostraron mayor fluidez a la hora de caminar, tomar objetos, entablar conversaciones y habilidades destacadas para adaptarse con mayor fluidez a entornos cambiantes. 

Según las palabras de Musk, estos robots podrán hacer cualquier cosa que tú digas, desde ser un maestro para tus hijos, cuidarlos, podar el césped, pasear al perro, ser tu amigo y preparar cócteles. Estos amigos dejaron con la boca abierta a cientos de personas durante la presentación, y cómo no asombrarse, pues ahora cientos de tareas complicadas podrán ahorrarte tiempo con una ventaja como esta. 

Sin embargo, hay quienes dicen que este es el principio del final, pues, aunque aún no sucede nada malo, se dejan influenciar por las películas de Hollywood tal como si fuera Terminator, Yo, Robot o Chappie. 

Así pues, analicemos las ventajas y desventajas que trae consigo este nuevo avance tecnológico, que se quiere o no, ya es una realidad. 

Ventajas de los robots humanoides 

La implementación de robots humanoides en la sociedad ha despertado un gran debate debido a sus potenciales beneficios y riesgos. Aunque estos avances prometen revolucionar los diferentes sectores, también traen consigo importantes desafíos. Entre los grandes beneficios que pueden traer están:

  • Eficiencia en tareas repetitivas y peligrosas: los robots humanoides pueden realizar tareas repetitivas que requieren precisión extrema. En las industrias de construcción, minería y fabricación, estos robots pueden reducir el riesgo para los trabajadores, pues ellos sí se pueden exponer a sustancias tóxicas o la exploración de áreas peligrosas. 
  • Asistencia en el cuidado de personas: en el ámbito de la salud y el cuidado de personas mayores, discapacitadas, o con problemas de salud, los robots humanoides podrían desempeñar un papel crucial y de recuperación de los pacientes. Los robots podrían realizar tareas cotidianas, ofrecer compañía y monitorear constantemente la salud de las personas. 
  • Servicio al cliente: empresas de diversos sectores, como la hotelería y el comercio, ya utilizan robots para atender a los clientes, responder preguntas y realizar tareas básicas (tal puede ser el caso de Gemini, Google o Siri, que contestan tus preguntas y dudas).
  • Impulso a la investigación científica y tecnológica: la implementación de robots humanoides fomenta la investigación en campos como la inteligencia artificial, robótica avanzada y ciberseguridad. 
  • Aprendizajes ilimitados: al convertirse en la principal compañía de chicos y grandes, se ofrecen fuentes infinitas de información, por lo que el conocimiento y aprendizaje jamás dejarán de existir. Se podrían aprender idiomas, lenguajes o simplemente tener un compañero que te ayude a estudiar los diversos temas que se requieran. 

Desventajas de los robots humanoides

Sin embargo, existen una serie de desventajas de las cuales cientos de científicos y analistas se han planteado interrogantes que al ser respondidas se les da una explicación lógica, más allá de lo que nos ha enseñado la pantalla grande, como es: 

  • Desplazamiento laboral: a medida que los robots se unan a los diferentes sectores económicos, estos se verán afectados, dando como resultado el despido masivo de empleados humanos, aumentando la desigualdad y tensión social, especialmente en áreas donde la automatización desplaza puestos de trabajo que requieren poca especialización.
  • Desafíos éticos y morales: ¿hasta qué punto deberían de tener independencia y autonomía los robots? ¿Cómo se asegura que la inteligencia artificial detrás de los robots garantice los derechos humanos y no se utiliza para control o manipulación de los humanos? Además, se teme por la sociedad en el ámbito de las relaciones interpersonales. 
  • Costos de implementación: la creación y el mantenimiento de robots humanoides requieren inversiones considerables. No todas las personas, gobiernos y empresas se podrán permitir adquirir cientos de robots, lo cual podría crear una brecha tecnológica entre los países o sectores más ricos y aquellos con menos recursos. Además, se afectaría la competitividad frente a grandes corporaciones. 
  • Vulnerabilidad a ciberataques: dado que los robots dependen de sistemas de IA y conectividad, están expuestos a ciberataques. La posibilidad de que un robot humanoide sea hackeado y reprogramado para fines distintos a sus tareas asignadas, pone en riesgo la seguridad de la empresa como de las personas que laboran ahí.
  • Crímenes de alto impacto: al ser programados a través de códigos que personas especialistas en informática pueden entender, se pueden volver a programar para ir contra personas, cometer actos delictivos, robos o en el peor de los casos exterminios. 

Como se ve, la implementación de robots humanoides tienen un potencial significativo para mejorar la eficiencia, el cuidado de las personas y la interacción con los clientes. Sin embargo, también plantea desafíos importantes, como el desplazamiento laboral, los dilemas éticos y los riesgos de seguridad. 

Para que su incorporación en la sociedad sea beneficiosa, es crucial abordar estos temas de manera responsable, asegurando que los avances tecnológicos sean equilibrados con el bienestar social. Y aunque suena maravilloso poder adquirir uno y tomar ventajas sobre ellos, es de suma importancia cuidar que se creen planes a futuro que garanticen el respeto y derechos de las personas por sobre los robots.