Los robots sexuales son muñecos con apariencia humana que están diseñados para proporcionar placer sexual a sus usuarios. A diferencia de los juguetes sexuales tradicionales, los robots sexuales pueden moverse, hablar, e incluso tener “personalidad” programada.
Los robots pueden ser del género masculino o femenino, y están hechos de materiales como la silicona y polímeros que dan la sensación de la piel humana.
Si volteamos al pasado, esto ha evolucionado a un nivel extremo, al inicio solo eran aplicaciones para ligar, videollamadas o lo que aún para muchos es nuevo, la realidad aumentada, pero ahora es algo más sensitivo y placentero.
Su funcionamiento es preciso, están equipados con tecnología avanzada que les permite realizar movimientos, responder estímulos y seguir comandos sencillos que asimilan los comportamientos de un humano. Además, pueden contar con sensores táctiles, cámaras y sistemas de inteligencia artificial que aprende de los usuarios.
Sigamos hablando de lo maravilloso que son los robots sexuales, no solamente aprenden de nosotros, de nuestros placeres y sobre lo que nos gusta, sino que, además, pueden ayudar a las personas a explorar su sexualidad, cómo se sienten más cómodos o con quién, pueden ofrecer compañía a personas que se sienten solas o no pueden encontrar a una pareja por diversas razones y finalmente, pueden tener el control total de la interacción, lo que lo vuelve más liberador para muchas personas.
Sin embargo, no todo es tan bueno como lo pintan, especialistas detallan algunos daños psicológicos y amenazas morales que pueden surgir en esta nueva era.
Algunos de estos problemas abarcan el aislamiento social, el cual puede causar severos números en natalidad y mortalidad para las generaciones futuras. Al ser algo más práctico de conseguir, las personas pueden aislarse del mundo social e incubar en sus propios hogares realidades que a fin de cuentas no existen.
Otro escenario preocupante es que los robots pueden programarse para recrear un escenario de violación, incluso hasta cierto punto cometerlo ellos mismos.
En Japón, por ejemplo, a tal grado llega la personalización y comercialización de los robots, que se pueden adquirir muñecas sexuales en forma de niñas, las cuales están pensadas para los pedófilos.
La ciberseguridad no es algo que se deje de lado, al tener que introducir ciertos datos para futuras actualizaciones o parches de softwares, los usuarios pueden estar expuestos a hackeos, divulgación de información e incluso grabaciones íntimas.
Otro punto negativo, es que al momento estos robots sexuales son bastante caros y poco accesibles para la población en general, aunque esto no quiere decir que en unos años esto pueda llegar a ser posible para cualquiera.
Como podemos observar, los robots sexuales pueden ser de gran ayuda en ciertos aspectos de la vida persona, sin embargo, hay que tomar las precauciones debidas para no caer en actos delictivos o incluso en un aislamiento social.
El futuro de los robots sexuales
La evolución tecnológica crece a pasos agigantados, a tal grado de tener una estimación de que en 2050 muchas más personas mantendrán relaciones sexuales con robots que con humanos reales.
Además, no solo se espera que los robots sexuales se queden ahí como un recurso, la verdadera intención es qué a través de mecanismos como los chips implantados por Elon Musk, se creen enlaces directos al cerebro, los cuales contarán con la capacidad de estimular directamente el área septal para crear un orgasmo con el simple toque de un botón.
Incluso ya se habla de poder habitar el cuerpo de otra persona, inmovilizarlas o controlarlas electrónicamente para poder ofrecer otro tipo de experiencias sexuales.
Como podemos ver, los robots sexuales representan una intersección fascinante entre tecnología y sexualidad. Pueden ofrecer oportunidades únicas para el placer y la compañía, aunque, también nos presentan preguntas importantes sobre la naturaleza de las relaciones humanas y la ética de la inteligencia artificial.
Es importante sentarse a reflexionar y abordar estos desarrollos con mente abierta y crítica.
Fuentes:
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Los robots sexuales cada vez son más humanos, así funciona esta industria. (julio 5, 2024). Zona movilidad. Recuperado de: https://www.zonamovilidad.es/asi-funciona-la-industria-de-los-robots-sexuales
Ghosh, P. (febrero 18, 2024). Los daños que pueden causar los robots sexuales. BBC News Mundo. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51545952