En París, a finales del siglo XVIII, debido a graves problemas de salubridad provocados por los cementerios de la ciudad, se decidió trasladar sus contenidos a un lugar subterráneo. Las autoridades parisinas eligieron un lugar de fácil acceso situado en la periferia de la capital: las antiguas canteras de Tombe-Issoire (minas de piedra caliza), bajo la Plaine de Montrouge. Las primeras evacuaciones tuvieron lugar entre 1785 y 1787 y afectaron al cementerio más importante de París: el Cementerio de los Santos Inocentes.

Es declarado “Osario municipal de París” el 7 de abril de 1786 y es entonces cuando se apropia del término mítico de “Catacumbas”, en referencia a las catacumbas de Roma, lugar que despierta gran fascinación pública desde su descubrimiento. A partir de 1809, se abren al público con cita previa. Las catacumbas de París reciben a casi 550,000 visitantes al año.

Les Catacombes: la Necrópolis de París

Historia

En las canteras de Tombe-Issoire, bajo la Plaine de Montrouge con 800 hectáreas, fueron explotadas desde el siglo XV y abandonas, por tal motivo las autoridades de París deciden trasladar los huesos de 6 millones de esqueletos de los cementerios que se encontraban al interior de la capital francesa a las afueras de la ciudad. 

El diseño y la organización del traslado de los esqueletos corrió a cargo de Charles-Axel Guillaumot, inspector del Servicio de Inspección General de Canteras de París o IGC. Este servicio, instaurado el 4 de abril de 1777 por Luis XVI, tenía como misión supervisar y unificar las canteras abandonadas, tras producirse una serie de importantes hundimientos del suelo parisino durante el siglo XVIII.

Las primeras evacuaciones tuvieron lugar entre 1785 y 1787, afectando al cementerio más importante de París, el Cementerio de los Santos Inocentes, clausurado en 1780, tras permanecer en uso ininterrumpidamente durante más de diez siglos.

Les Catacombes: la Necrópolis de París

Se vaciaron las sepulturas, las fosas comunes y los osarios y los huesos se transportaron al caer la noche para evitar las protestas de la población parisina y de la iglesia. Los huesos se descargaron a través de dos pozos de servicio de la cantera para su posterior distribución, apilados en las galerías por los canteros. 

Los traslados continuaron tras la revolución hasta el año 1814, con la eliminación de los cementerios parroquiales del centro de París, como San Eustaquio, San Nicolás de los Campos y el convento de los Bernardinos. Los traslados se iniciaron de nuevo en 1840, durante las obras de urbanismo de Louis-Philippe y las obras haussmannianas entre 1859 y 1860. 

Con el paso de los años, el osario recibió la visita de numerosos personajes ilustres: en 1787, el conde de Artois, futuro Carlos X quien acude en compañía de damas de la corte; en 1814, recibe la visita del emperador de Austria, Francisco I, y en 1860, es Napoleón III quien las recorre acompañado de su hijo.

Las Catacumbas son un lugar que debes conocer si visitas París, sólo el 0.5% está abierto al público y será una experiencia diferente. En tu recorrido a este lugar observarás los pasillos con un sinfín de huesos apilados y acomodados a modo de barrera, así como pequeños letreros en latín donde indica a qué cementerio pertenecían los huesos. El ambiente es frío y sentirás tal vez un pequeño escalofrío al estar ahí.

Para poder ingresar es necesario agendar tu visita, debido a que son grupos reducidos a los que permiten el acceso, el costo de entrada va desde los 10 euros. Se encuentra ubicado en 1 Av. du Colonel Henri Rol-Tanguy, 75014, París Francia, descenderás 20 metros, con 243 escalones (131 descendientes y 112 ascendientes) y 2000, metros de largo, así que ve cómodo para recorrer este lugar.

Por: Yaya